SON CAMBIOS MUY SUTILES
Un estudio revela que beber alcohol, aunque sea en cantidades muy pequeñas, durante el embarazo puede alterar las facciones de la cara del bebé.
Un grupo de investigadores ha examinado datos de imágenes faciales de 415 niños de un año y han encontrado sutiles cambios en las caras de los bebés, -principalmente alrededor de la nariz, los ojos y los labios-, asociados casi todos a los niveles de exposición al alcohol.
Todo apunta a que el alcohol afecta a la forma de cara y no importa cuándo se beba, si en el primer trimestre de embarazo o en el resto de meses de gestación.
Sin embargo, los cambios faciales observados en el estudio son tan sutiles que no eran visibles a simple vista, por ello los investigadores tuvieron que utilizar un sofisticado software de imagen 3D que identificaba casi 70.000 partes del rostro de un bebé para identificar diferencias entre aquellos bebés cuyas madres habían consumido alcohol y las que no, según recoge el medio The Independent.
"No sabemos si los pequeños cambios en la forma de la cara de los niños están conectados de alguna manera a su desarrollo", ha explicado Jane Halliday, investigadora del Instituto Infantil Murdoch de Victoria, en Australia, quien dirigió la investigación. "Planeamos investigar esto mientras los niños crecen", añadió.
Entre los cambios en los rasgos que han observado a lo largo del estudio, los investigadores llegaron a la conclusión de que la nariz se hacía ligeramente más pequeña y hacia arriba, una característica asociada con el síndrome del alcoholismo fetal, una consecuencia de beber mucho durante el embarazo.
Además, los ojos más pequeños y un labio superior más delgado también son rasgos asociados a esta condición, junto a los trastornos del comportamiento.