Malos tratos
El padre se encuentra en prisión preventiva. El juez señala que la bebé presentaba síntomas de desnutrición y que era alimentada a "la mitad de lo normal". La pareja ya había perdido la custodia de dos hijos anteriores.
La Justicia determina que "una o varias acciones violentas", así como la ingesta accidental de cocaína, fueron las causas de la muerte de una bebé de tres meses en la isla de Fuerteventura. El padre de la menor, que presentaba aparentes signos de maltrato, se encuentra en prisión preventiva después de ser detenido por agentes de la Policía Nacional el pasado martes.
Además, el juez de Instrucción número 6 de Puerto del Rosario ha desestimado el recurso de la madre de la bebé, a la que considera "al menos responsable de un delito de incumplimiento de los deberes familiares y de maltrato" o incluso de un "delito de homicidio imprudente", tal y como señala el auto del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
La pareja, que ya había perdido la custodia de dos hijos que tuvieron con anterioridad al dar positivo uno de ellos en cocaína y marihuana, sería responsable del estado de desnutrición en el que se encontraba la bebé, que, según el auto del juez, era alimentada a "la mitad de lo normal".
Signos de desnutrición y dermatitis grave
El auto indica que la menor "carecía de los más elementales cuidados desde su nacimiento, tales como que nunca le habían sido cortadas las uñas, presentando un dermatitis gravísima en el pañal consecuencia de tenerla durante horas con el pañal mojado y con una fontanela craneal de 5 centímetros que evidencia desnutrición".
La pareja habría quebrantado la retirada de la custodia de sus otros dos hijos al encontrarse estos con sus padres en lugar de con su abuela. Además, los agentes habrían hallado signos de insalubridad en el hogar de la pareja, donde encontraron restos de tabaco y porros cerca de la zona donde bañaban a la bebé.
¿Cómo identificar un caso de maltrato a bebés?
El profesional sanitario presenta un papel más que relevante en el diagnóstico de un posible maltrato. Debido a esta posición clave, cada comunidad autónoma tiene su propia guía destinada a sanitarios que explica cómo detectar casos de malos tratos y qué medidas tomar. Estas se basan en la detección, notificación, valoración, intervención, tratamiento, evaluación y seguimiento del caso. El Ministerio de Sanidad también establece un protocolo básico de intervención contra el maltrato infantil en el ámbito familiar, que diferencia entre el maltrato leve o grave.
En el caso de un maltrato leve, el centro sanitario debe informar a los Servicios Sociales y colaborar en la evaluación de la situación psicofamiliar. Los servicios de protección de menores contactarán con el pediatra que atienda habitualmente al niño, tanto si ha sido dicho profesional quien ha notificado el caso como si no. Además, el medico deberá realizar un informe de seguimiento de la situación del niño a los Servicios Sociales en un plazo máximo de seis meses.
Si se da un caso de maltrato grave, se debe se notificar a la Entidad Pública de Protección de Menores y se comunicará al juzgado y a la Sección de Menores de la Fiscalía. Si es necesaria la actuación inmediata, se derivará el caso al servicio de urgencias del respectivo centro hospitalario, desde donde se remitirá un informe al juzgado de guardia. Además, un médico forense realizará un examen médico pericial al menor para ratificarlo ante el juez si fuera necesario.