Coronavirus
La pandemia y la falta de turistas están dejando vacías las grandes ciudades y un ejemplo es Barcelona. El año pasado visitaron la ciudad condal 12 millones de turistas, un panorama totalmente diferente al de este año y que repercute negativamente en las arcas de los comerciantes.
Los propietarios dicen que hace semanas que apenas tienen clientes y, así, cada vez es más complicado mantener abiertos sus negocios. Por ejemplo, los negocios que están alrededor de la Sagrada Familia están perdiendo mucho dinero sin los turistas. Una de las tiendas que está al lado del monumento está vacía y han pasado de ganar 2.000 euros al día a 60.
Julio monta un puesto de souvenirs delante del templo. Estos días no tiene ni un solo cliente: "No hay absolutamente nadie. No hay bus turístico, la Sagrada Familia está cerrada, no hay nadie por la calle... Cero euros", asegura.
Otros puntos famosos de la ciudad están desérticos: por la plaza de la Catedral o por las Ramblas apenas pasea gente. Tampoco en el puerto. Se calcula que la facturación de las tiendas del centro ha caído un 50%.
Pérdidas que también notan los restaurantes de la Barceloneta. Solo el fin de semana pasado, uno de los restaurante del lugar tuvo 200 cancelaciones: "Y este mes ha sido fatal, esperaba más gente extranjera y no ha venido nadie", asegura Alfonso Gómez, encargado del restaurante.