UNOS 300 AL DÍA
El robo de móviles se ha convertido en Barcelona en un 'negocio'. Cada año, los amigos de lo ajeno se apropian de más de 120.000 móviles.
En espacios públicos como en la calle, el metro o la playa, son los lugares donde aprovechan para hacer desaparecer los dispositivos en un abrir y cerrar de ojos.
La mayoría son turistas, aunque los locales tampoco se libran de los hurtos. En apenas una horas, los terminales acaban en Marruecos o Argelia, donde hay un gran mercado negro. Los ladrones se han especializado en robar las mejores marcas con los que pueden llegar hasta 300 euros.