CADA AÑO, DECENAS DE ACTIVISTAS TRATAN DE SALVAR LA VIDA DE LOS ANIMALES
Siguen a los cazadores y se pegan a ellos armados con sus pancartas y silbatos. Su objetivo: dificultar al máximo la actividad de los participantes en los campeonatos nacionales de caza del zorro para intentar salvar al mayor número posible de animales.
Los activistas se convierten en la sombra de los cazadores. Pero, en ocasiones, la tensión en el monte llega al enfrentamiento. En el campeonato de 2008 en Portomarín, Lugo, hubo un detenido por negarse, al parecer, a soltar un megáfono. Ahora le ha tocado comparecer ante el juez.
Le acusan de lesiones y daños, coacciones y desobediencia ante los agentes de seguridad. Cada año, son más los activistas que se suman a estos boicots, pero la actividad cinegética es legal.
Aún así, los activistas no desisten y los sabotajes continuarán.