Guerra Rusia-Ucrania
Los vecinos de Boadilla del Monte han recogido a los refugiados de la frontera, y han preparado una casa particular para acogerlos.
El conflicto entre Rusia y Ucrania ha despertado la cara solidaria de todos los españoles. Y en este barrio de Madrid no iban a ser menos. Algunos de los vecinos de Boadilla del Monte, sin conocerse muchos de ellos, decidieron coger sus coches particulares y emprender el viaje hasta la frontera con Polonia con ayuda humanitaria. Una vez allí se encontraron con tanta gente necesitada que no dudaron en traerlos con ellos de vuelta a España.
En quince coches diferentes, 42 refugiados, todas madres con hijos, iniciaron la huida del que hasta entonces había sido su casa. "El viaje de vuelta duró dos días. Hacíamos paradas por los niños. Estaban todos en shock y lloraban", cuenta Eduardo, uno de los voluntarios.
Entre ellos se encontraban Olesya y Ola. Son dos niñas que trataron de salir de Kiev, su ciudad natal, con dos billetes de avión, pero un tercer pasajero, su perra, les cambió los planes. Las leyes no permitían que la mascota subiera a bordo. Ellas no lo dudaron, cogieron a su perrita en brazos y comenzaron la huida a pie: 3.000 km hasta la frontera con Polonia, donde se encontraron con este grupo de voluntarios madrileños. Para la sorpresa de estos últimos, las pequeñas llevaban dos cachorritos en los bolsillos. Por si fuera poco, la perrita estaba embarazada y dio a luz por el camino.
Ahora las dos menores se encuentran a salvo en la casa de Eduardo, en Boadilla del Monte, junto a otros 18 ucranianos, ya que los restantes fueron llevados a una parroquia con la ayuda de la ONG Rescate. Antena 3 Noticias ha podido estar en la llegada de los acogidos y la bienvenida ha sido por todo lo alto. Comida como para parar un tren, todo tipo de tartas y un jardín con colchonetas para que los niños jueguen. Los vecinos de este barrio estuvieron días organizando el banquete.
Eduardo y su mujer María han cedido su casa para la fiesta de bienvenida y han preparado todo el sótano con colchones para que los 19 ucranianos duerman allí hasta que puedan irse con sus familias de acogida. Victoria, una de las refugiadas, nos ha contado emocionada lo agradecida que está. Ella ha venido con su hijo y su marido tuvo que quedarse en Ucrania para combatir.
Pero eso no fue todo, los madrileños han querido tener un detalle más con los recién llegados. Han sorprendido a sus invitados con una soprano, también ucraniana, que les ha deleitado con un canto al himno de ucrania. Con la mano en el pecho, ucranianos y españoles se han unido en este momento mágico, en un intento de que se sientan como en casa.