Inflación
La subida del precio de los alimentos es la responsable de que a los bancos de alimentos les sea, cada vez, más difícil conseguir comida, por lo que las donaciones a los usuarios se reducen.
La inflación está llevando a una situación límite a los bancos de alimentos. Por un lado, son cada vez más las familias que se acercan a estas entidades en busca de ayuda. Por otro, la subida de precios está dificultando la obtención de comida a la vez que las donaciones se reducen sustancialmente.
"Están entrando pocos recursos a causa del encarecimiento de los alimentos y no damos abasto para tantas familias"
Es el caso del banco de alimentos de Lugo, que, junto con el de A Mariña, atiende a unas 2000 familias. La falta de alimentos ha provocado que tuvieran que dejar de admitir a usuarios: "La situación se ha ido agravando. Los martes y los viernes -días en los que se hace reparto a través de la asociación AVIVA/AMEIS- han ido creciendo las familias que vienen a por ayuda. Además, están entrando pocos recursos a causa del encarecimiento de los alimentos y no damos abasto para tantas familias", explica Andrés Tellez, uno de los voluntarios de la entidad lucense.
"Es una pena. A veces tienes que decirles a una familia nueva que no puedes atenderlos. La situación en estos momentos es muy grave", añade el voluntario.
El problema de la subida de los precios
Con el paso de los meses, y con la subida de los precios, han tenido que hacer malabares para cubrir las necesidades de las familias. A la hora de repartir huevos, por ejemplo, han recortado en el número de unidades: "Antes se daba la bandeja completa para la familia, ahora hay que dar la mitad por la cantidad de personas que vienen. No llegan para todos", lamenta Tellez.
En el arroz, otro producto básico para las familias, también hay problemas: "Hace poco compramos dos palés de arroz, que en dos repartos se van, y fueron 2300 euros. Antes un palé de arroz te podía costar menos de 600 euros".