SEGÚN EL OBSERVATORIO DE ACCIÓN HUMANITARIA
El informe, elaborado por el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), analiza la evolución de la financiación humanitaria internacional y española y dedica un capítulo al conflicto de Siria y otro al de la epidemia del Ébola, que aborda desde las perspectivas políticas, de seguridad y humanitarias. El informe compara los fondos destinados a la ayuda humanitaria internacional, que sufrieron un crecimiento del 27% en 2013, con la reducción en España. Según el informe, el presupuesto de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) destinado a ayuda humanitaria experimentó una "significativa reducción", imputando como gastos por acción humanitaria más de 38 millones de euros, casi un 90% menos que en 2010.
De hecho, la investigación destaca que, al comparar cifras de 2013 y 2012, la inversión en este campo se ha reducido en un 47%. Estos son los motivos por los que, según se afirma en el estudio, en el que ha colaborado Médicos Sin Fronteras (MSF), España es incapaz de dar una respuesta a las crisis "mínimamente digna". No existe voluntad política, ni financiera, apunta el informe, para reaccionar con vigor a las emergencias de conflictos o desastres naturales o humanitarios, que recuerda que el pasado 2013 se registraron hasta 330 desastres naturales que afectaron a 96,5 millones de personas.
En palabras del director general de Médicos Sin Fronteras, Joan Tubau, "la crisis del Ébola ilustra la dificultad que tiene el sistema humanitario para responder rápida y eficazmente a las emergencias complejas". Tubau también ha remarcado que España podría haber ejercido un papel "importante en la respuesta contra la epidemia", pero que optó por quedarse al margen limitándose a una "escasa contribución económica", y ha lamentado que hoy en día España ya no esté ni entre los 20 países que han aportado más a los fondos de ayuda contra la enfermedad. Por otro lado, el codirector del IECAH, Jesús A. Núñez, ha incidido en que se ha optado por una gestión de los problemas "sin afán para resolverlos" ya que eso significaría un esfuerzo "sostenido, multidisciplinario que pocos están dispuestos a realizar".