SE DA POR HECHA SU EUTANASIA
Excálibur, el perro de la mujer infectada por el virus del ébola, sigue en el interior del domicilio de la paciente, aunque el abogado del presidente de la asociación Mascoteros Solidarios, el veterinario Carlos Rodríguez, que se ha hecho cargo de la custodia del animal, cree que finalmente lo sacrificarán. Según ha declarado a los medios el abogado, se han desestimado los dos recursos presentados para evitar la muerte del can, por lo que opina que es "seguro" que le practicarán la eutanasia.
Una resolución de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ratificada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Madrid, ordenó proceder a la eutanasia del animal y al traslado y posterior incineración del cadáver, a pesar de la negativa del marido de la mujer infectada.
Ante el edificio donde viven ambos se han concentrado numerosos manifestantes y curiosos, y una treintena de policías con material antidisturbios ha rodeado la entrada al garaje de la urbanización, en la avenida del Pinar 35, en Alcorcón.
No hay garantía de que los animales infectados no eliminen el virus a través de sus fluidos
Teresa Romero Ramos, de 44 años, casada y sin hijos, es el primer caso de infección de ébola en Europa y está siendo tratada en el Hospital Carlos III de Madrid, donde presumiblemente se contagió cuando atendía al religioso Manuel García Viejo, que murió a consecuencia del virus tras ser repatriado desde Sierra Leona.
Como medida preventiva, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ordenó sacrificar al perro de la pareja por entender que "supone un posible riesgo de transmisión de la enfermedad al hombre", ya que "vivía en estrecho y permanente contacto" con la paciente.
La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha señalado en un comunicado que, según la información científica disponible, "existen datos que confirman el hallazgo de perros con anticuerpos positivos del virus del ébola", por lo que estos animales "pueden sufrir un proceso de viremia aunque se muestren asintomáticos".
"En consecuencia, no existe garantía de que los animales infectados no eliminen el virus a través de sus fluidos orgánicos, con el riesgo potencial de contagio", añade. El esposo de la paciente se ha negado a que sacrifiquen a su mascota y ha denunciado en las redes sociales las intenciones de las autoridades de sacrificarlo, tras lo cual ha recibido numerosas muestras de solidaridad.
El animal permanece solo en la casa, si bien tiene un saco de 15 kilos de comida y agua abundante en cubos y la bañera, además de las terraza abierta para que haga sus necesidades, según Javier Limón. Las autoridades sanitarias solicitaron en el Juzgado el permiso para entrar en la vivienda de la auxiliar de enfermería con el fin de sacrificar a su perro y lo obtuvieron ante la situación de alerta sanitaria.
En Internet, más de 200.000 personas han pedido que el perro de la auxiliar no sea sacrificado.