Asturias
La Guardia Civil ha informado de que no se han producido muertes, aunque hay seis heridos graves, de los cuales cuatro han sido trasladados al hospital.
Un autobús turístico ha sufrido un accidente ascendiendo a los Lagos de Covadonga, en Asturias. El vehículo volcó en la carretera y se precipitó por una ladera. En el autobús viajaban 49 personas, entre las que se encuentran 10 niños, uno de ellos un bebé de ocho meses. En el operativo de rescate han participado más de cien personas. El suceso ha tenido lugar alrededor de las 12:00 horas de la mañana.
Los servicios de rescate han asegurado que no ha habido muertos en el accidente. Entre los pasajeros, se encuentran seis heridos graves y otros seis están ingresados con un pronóstico menos grave. Actualmente, las autoridades policiales están investigando la razón por la cual el autobús se salió de la carretera. El trayecto era de apenas 21 kilómetros, aunque las condiciones de la carretera son difíciles para la conducción debido a su estrechez.
El vehículo había comenzado la ruta en Cangas de Onís y tenía como objetivo llegar a los lagos de Covadonga. Según han señalado algunos testigos, el vehículo iba a velocidad muy reducida y en el momento que se cruzó otro vehículo se precipitó por la ladera. Varios testigos también han indicado que el autobús ha dado dos vueltas y se ha quedado accidentado de costado.
Por el momento, se desconocen las causas que han podido provocar el accidente. Hasta el lugar del suceso se han trasladado más de cien efectivos de diversos cuerpos de seguridad como el Servicio de montaña Cangas Onís, UHEL Asturias, Policía Judicial, patrullas Agrupación Tráfico, bomberos de los parques de Cangas de Onís y Piloña, el equipo de rescate a bordo del helicóptero medicalizado, servicios médicos y seguridad ciudadana.
El hombre que conducía el autobús contaba con alrededor de 20 años de experiencia e incluso había formado a otros conductores para conducir el autobús en la ruta. Todos los pasajeros llevaban el cinturón de seguridad, un hecho que ha posibilitado que las consecuencias sean menos graves y no haya habido muertos.
El autobús también llevaba todas las revisiones en regla, por lo que en un primer momento se descarta que haya podido ser un fallo del vehículo.