EN EL PAÍS VASCO
En verano es muy habitual ver a jóvenes lanzarse desde los espigones de los puertos, una actividad que además de ser peligrosa no es legal. El problema está en las competencias de la delimitación de costas que hacen muy complicado su control. Para intentar solucionar esta situación, el País Vasco y la Ertzaintza han creado una mesa de trabajo que va a estudiar posibles medidas.
Entre estas medidas destacan la señalización de los puntos más peligrosos, pero sobretodo van a intentar concienciar a la población para que deje de realizar esta práctica que ya se ha cobrado algunas vidas.
El pasado mes de julio un joven se lanzó desde el muelle de Elantxobe, en Vizcaya, y se golpeó la cabeza contra un barco. Esta otra joya de la naturaleza, la cascada de Pedrosa de Tobalina en Burgos, también se ha llevado varias vidas. Dos en los últimos tres meses. El Puente de Cangas de Onis en Asturias o el de la ría de Bilbao se usan como trampolín.
Muertes o lesiones medulares irreversibles previas a un inocente momento de diversión que puede acabar en tragedia.