EL SÍNDROME DE LA TUMBONA
Este verano han aumentado los casos de trabajadores que sufren estrés vacacional al no desconectar del trabajo, aún estando de vacaciones. Un 51 % de los españoles en activo responden a correos electrónicos y atiende llamadas de trabajo durante sus vacaciones, según el último informe sobre el mercado laboral en España de InfoJobs-ESADE.
A los que más les cuesta apartar el móvil y desconectar del trabajo es a los puestos directivos, donde un 84% se mantiene activo durante sus vacaciones. El 45% de los trabajadores con cargo de empleado no consigue olvidarse de su trabajo y el 68% en los mandos medios.
La psicóloga y profesora de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Sílvia Saumell, recuerda que en 2004 los doctores de la clínica psiquiátrica austríaca Wagner-Jauregg acuñaron el término "depresión de la tumbona" para referirse a la ansiedad que sufrían algunos pacientes con dificultad para olvidarse del trabajo en sus periodos de descanso.
La psicóloga afirma que ese síndrome,conocido como 'estrés vacacional', "es cada vez más frecuente". Asegura que algunos de los síntomas pueden ser la "dificultad para pensar con claridad, problemas de atención, concentración y memoria, sensación de no hablar con la misma fluidez y necesidad de comprobar las tareas una y otra vez, cansancio, problemas para dormir, sensación de no haber descansado lo suficiente, o bajo estado de ánimo", entre otras.
Además, el uso de chanclas y el transporte de las hamacas puede provocar dolores de espalda durante las vacaciones.
"Sabemos que los periodos de elevado estrés prolongado en el tiempo pueden generar sentimientos de tristeza, desmotivación, pocas ganas de hacer cosas, sensación de que no se disfruta de lo que uno hace, e irritabilidad en el sentido de que nos enfadamos por cualquier cosa o a la mínima que alguien nos dice algo", comenta la psicóloga.
Comenzar las vacaciones supone pasar, sin transición, de gastar el cien por cien de nuestra energía a emplear el cero por ciento. Este acto no siempre es aceptado por nuestro organismo. Son dos o tres días en los que nuestras defensas caen y nos encontramos con sensaciones raras.
La especialista explica que "mientras se trabaja a un ritmo trepidante, los niveles de cortisol y adrenalina -que son las dos hormonas relacionadas con el estrés- son elevados". La adrenalina hace que el sistema inmunológico esté más fuerte y el cortisol actúa como antiinflamatorio, "por lo que podemos aguantar largas jornadas".
En cambio, en vacaciones estos niveles de hormonas bajan y "nuestro sistema inmunológico se deprime y podemos enfermar más fácilmente", advierte Saumell, que apunta que es más común que lo sufran "personas hiperexigentes o que se consideran imprescindibles".
Según el último informe anual InfoJobs-ESADE, "un 34 % de los trabajadores españoles cree erróneamente que son imprescindibles y nadie podrá sustituirles y, de hecho, el 8 % nunca se coge más de una semana seguida de vacaciones por temor a que el trabajo no salga adelante en su ausencia".
Según la OMS, algunas profesiones son más estresantes que otras, aunque en todas hay trabajadores que no consiguen desconectar en sus periodos de descanso estivales.
Para los niños también es importante descansar en vacaciones. Una psicóloga recomienda que los niños tengan deberes en verano, pero no demasiados, ya que deben disfrutar del descanso.
Es importante saber administrar las vacaciones, aprender a disfrutarlas y desconectar del trabajo, para conseguir un mayor rendimiento al volver a la rutina. La psicóloga experta en adicciones Sara Pérez Tome, da tres consejos para conseguir olvidar el móvil en vacaciones.