PIDEN UN RESCATE POR LIBERAR A UN FAMILIAR
Desde el momento en el que suena el teléfono, el plan se pone en marcha. Suelen ser llamadas con número oculto o con prefijo 0056, desde cárceles chilenas. El objetivo es engañar al interlocutor para hacerle creer que un familiar suyo ha sido secuestrado.
El éxito depende de que la víctima no cuelgue, ya que cuanto más tiempo pase al teléfono más difícil le será descubrir el engaño.
Hay afectados que han llegado a estar hasta seis horas en conversación. Sólo en Madrid, en el último mes ha habido 50 denuncias de este tipo.
Piden rescates de unos 10.000 euros, aunque se quedan con lo que la víctima puede sacar en el momento.