35 DENUNCIAS EN BARCELONA EN LO QUE VA DE AÑO
La aproximación a pista es una de las maniobras más delicadas. En Barcelona, 35 pilotos han denunciado que en el momento del aterrizaje alguien les ha apuntado con un láser, una práctica muy peligrosa por la noche.
"Recibir un impacto es el deslumbramiento total. En un momento, dejan de percibir los instrumentos y la pista de aterrizaje", advierte Juan José Hita, Jefe de Seguridad Operacional del Aeropuerto del Prat.
Dirigirlo contra la cabina de un avión es una falta contra la seguridad aérea. La Guardia Civil de Málaga ha imputado a un hombre que se dedicaba a enfocar a los comandantes de vuelo desde un monte. "Concretamente esa misma noche, ya había otros tres o cuatro pilotos que los habían deslumbrado con los punteros", asegura Bernardo Moltó, portavoz de la Guardia Civil de Málaga.
Cualquiera puede adquirir por tan sólo tres euros estos punteros, que pueden alcanzar hasta tres kilómetros de distancia. El ayuntamiento del Prat ha aprobado una ordenanza para multar a los infractores con sanciones que van de los 1.500 a los 3.000 euros. "Antes no estaba tipificado como sancionable y, por lo tanto, la policía local y los otros cuerpos de seguridad simplemente podían recriminar a la persona que dejara de hacerlo, pero nada más", explica Sergi Alegre, concejal del ayuntamiento del Prat.
Hasta ahora no era preocupante porque eran hechos aislados, pero ahora cada vez hay más casos. Por eso, algunos países persiguen duramente esta práctica. En Australia se castiga con 14 años de cárcel, mientras que en Nueva Zelanda han prohibído su venta al considerar que es un arma peligrosa.