Huelga de transportistas
Extremadura vive una jornada tensa por la huelga de transportistas. Los piquetes se han hecho con el control de varias áreas de servicio y también tienen en su haber algunos centros de transporte.
La huelga de transportistas encadena su cuarto día consecutivo en España, y los efectos ya empiezan a hacerse notar. Las industrias frutícola, láctea y siderúrgica se están viendo en grandes problemas para conseguir que sus productos lleguen al destino indicado, y no se descarta que haya más que se sumen si la huelga continúa en los próximos días.
En Extremadura, la tensión se ha desbordado en esta cuarta jornada de huelga. Los piquetes se han agolpado principalmente en carreteras y polígonos industriales para protestar nuevamente, aunque en esta ocasión, se ha llevado a cabo una toma de algunas áreas de servicio y también de determinados centros de transporte que han preocupado por posibles enfrentamientos.
Una de las áreas de servicio tomadas por los piquetes ha sido la de 'El Caldero', ubicada en la A-66, y donde ha habido numerosos manifestantes exigiendo que se cambien las condiciones para los transportistas, aludiendo a que les hace inviable poder realizar su trabajo, principalmente por la subida de los carburantes que ha habido en las últimas semanas.
El Gobierno culpa a "la ultraderecha"
El Gobierno de España no ha hecho autocrítica por la huelga de transportistas. Ha culpado de la misma a "un boicot alentado desde la ultraderecha", y la propia ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, asegura que no se sentará a negociar la huelga porque no quiere sentarse "con unos radicales que actúan con violencia".
Lejos de terminar la huelga, se sabe que este próximo viernes parará toda la industria láctea, y los ganaderos ya no sabrán que hacer con la leche que producen las vacas. Si no se busca una solución tempranera, el colapso podría llegar a ser inmenso. Para el sector primario, que suele ser el productor, y para el secundario y el terciario, que suelen ser quienes también producen, pero, a su vez, también venden.