LA ISLA ESTÁ PARALIZADA
La gigantesca mancha en el mar se ha convertido en el principal actractivo de la isla. Los vecinos se acercan a la costa para divisar los restos de la erupción. "Yo quiero verlo porque esto solo ocurre una vez en la vida", asegura una vecina.
Todos los habitantes de El Hierro han visto cómo este fenómeno ha cambiado su rutina diaria. Hasta en las escuelas, los más pequeños aprenden la lección de geología mediante canciones: "Si el suelo tiembla nos metemos debajo de la mesa".
Preocupa la mancha verde, pero también el bloqueo del túnel de Los Roquillos, que conecta el este y el oeste de la isla. Se clausuró por el peligro de desprendimientos hace tres semanas, pero ahora un trayecto que antes se hacía en 17 minutos ahora se tarda más de una hora. "Nos estamos quedando aislados", se queja otra ciudadana.
El Cabildo de la isla cree que las medidas de seguridad adoptadas son excesivas y ahogan la economía local. Por eso han pedido al Gobierno autonómico que las reconsidere. Incluso las autoridades locales cuestionan la necesidad de que se cerrara el túnel e incluso consideran una exageración haber cerrado la Restinga.