FUE CONDENADO A 7 AÑOS DE PRISIÓN POR ESTAFA
La Audiencia de Palma ha ordenado este lunes que el joven condenado la semana pasada a 7 años de prisión por estafa comparezca semanalmente ante la autoridad judicial, le ha retirado el pasaporte y le ha bloqueado las cuentas, pero ha desestimado la petición de ingreso inmediato en prisión por riesgo de fuga.
Tras la vista de petición de medidas cautelares celebrada, el tribunal de la sección primera de la Audiencia también ha prohibido salir del territorio nacional a 'Luisito', el joven de 24 años que fue condenado el pasado jueves a 7 años de cárcel por estafa continuada a un matrimonio de la localidad mallorquina de Llucmajor amigo de su familia, que le cedió fincas por valor de casi 39 millones de euros.
El tribunal ha mantenido al joven en libertad provisional, ha ordenado que entregue inmediatamente el pasaporte, que realice comparecencias semanales todos los lunes, el bloqueo de las cuentas de las que sea titular y la prohibición de enajenación de cualquier bien de su propiedad.
También ha advertido al condenado de la obligación de comunicar cualquier cambio de domicilio o residencia, aunque sea temporal, ocasional o vacacional.
La fiscal había solicitado el ingreso en prisión inmediato por riesgo de fuga, o bien de forma subsidiaria que se le ordenara la presentación semanal ante la autoridad judicial, que se le retirara el pasaporte y se bloquearan sus cuentas bancarias y su patrimonio, que es lo que finalmente ha acordado el tribunal.
La acusadora ha relatado al tribunal que, tras hacerse pública la sentencia, el joven no estaba localizable por teléfono, no había aceptado la notificación de la vista de medidas cautelares en el domicilio de su madre y que se había dado de baja en varias redes sociales.
La acusación particular, que representa al matrimonio afectado, también había pedido el ingreso en la cárcel, añadiendo como motivo adicional el riesgo de reiteración del delito, porque el joven tiene otras dos causas pendientes.
Durante la vista, el joven ha explicado que le afectó mucho conocer la condena por la prensa, razón por la que desconectó sus teléfonos, que volvió a conectar cuando se calmó.
El condenado, que también se ha mostrado muy afectado durante la vista, ha explicado además que se dio de baja de las redes sociales porque le insultaban y ha ofrecido al tribunal que, si lo considera necesario, podría regresar a vivir en Mallorca desde su residencia actual en Barcelona.
En la sentencia, el tribunal considera probado que en 2011 el joven usó el "prestigio social" de su familia para aprovecharse de la "credulidad" de un matrimonio con "enorme patrimonio" al que ofreció una casa, que había sido propiedad de su madre, situada junto a una finca de la pareja en S'Estanyol y les propuso también comprar para ellos otra propiedad anexa que decía que costaba 1 millón de euros.
Para comprar en beneficio del matrimonio la finca contigua, argumentó falsamente que su madre tenía un derecho de adquisición preferente y él unos bonos de la entidad bancaria poseedora del inmueble.
Pidió a las víctimas que le adelantaran fondos para entregarlos a cuenta y que le donaran propiedades para aparentar solvencia ante el banco.
Así consiguió que la pareja estafada, que las magistradas definen como "vulnerable" y de "peculiar personalidad", pusiera a su nombre sin condiciones hasta quince propiedades inmobiliarias valoradas en conjunto en casi 39 millones de euros, donaciones que generaron para los cedentes importantes cargas fiscales de las que tuvieron que hacerse cargo.