Ataque de oso
La asociación de apicultores de la provincia ha detectado un aumento de las incursiones de este mamífero en este tipo de explotaciones.
Tiradas por el suelo, sin abejas y con los panales completamente destrozados. Así encontró Óscar Cedrón a siete de las 65 colmenas que tiene en uno de sus apiarios de Cervantes (Lugo). El causante de este ataque es uno de los ejemplares de oso pardoque habitan en las montañas de esta provincia.
Fue en la tarde del pasado miércoles, durante una visita rutinaria a su explotación, cuando el apicultor detectó los efectos del ataque. "En esta época hacemos una visita a todos los colmenares cada diez días, más o menos", explica Óscar, que comercializa la miel que produce bajo el nombre Mel Casa da Torre.
La agente ambiental de la zona explicaba al propietario de la finca que el ataque podría haberse producido uno o dos días antes de esa visita. Según comenta el apicultor, el atacante buscaba principalmente la cera de las colmenas, ya que es ahí donde se localizan las larvas de las abejas (cuya proteína, además de la miel, es un alimento suculento para los osos).
El coste de este destrozo no es solo material, sino también económico. "Cada colmena completa está valorada en unos 150 euros", a lo que hay que sumar que cada una de ellas "nos iba a dar miel en agosto o septiembre, por lo que es producción que perdemos", reconoce Óscar. Teniendo en cuenta que una colmena puede producir de media entre 25 o 30 kg de miel, los costes derivados del ataque podrían alcanzar incluso los 3.000 euros.
Pero el de esta semana no ha sido el primer ataque de oso sufrido en los apiarios de Casa da Torre: en 2019 y 2020 el mismo colmenar ya había sido objetivo de la voracidad de este mamífero. Según el propietario, "no hay forma de prevenir los ataques, pero sí de minimizar sus efectos".
Una de esas formas es cercando eléctricamente el recinto, como ya habían hecho en su caso: "Minimizas el riesgo, pero es muy difícil llegar a evitarlo". De hecho, en esta zona de la montaña de Lugo la población de este mamífero ha crecido tanto que en el mes de mayo los agentes recibieron en torno a 30 avisos por sus ataques.
El oso se suma, así, a amenazas como la de las velutinas, que podrían poner en jaque la supervivencia de un sector esencial como es el de la apicultura.
A pesar de este incidente en Lugo, los osos no son un problema en España como pueden ser en otros países. De hecho, en la localidad eslovaca de Liptovsky Mikulas han tenido que declarar el estado de emergencia ante los ataques de este imponente animal incluso a plena luz del día, lo que llevó a la movilización de agentes de seguridad, que son encargados de localizar y eliminar a los osos.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com