FINAL DEL CONCURSO A NIVEL NACIONAL
"Esto es como un sueño, mamá, me voy a México". Así le comunicaba Magdalena a su madre que acababa de ganar la final nacional del concurso de ortografía. Es la estudiante que comete menos faltas del país. Esta asturiana se ha impuesto esta mañana a otros 16 brillantes alumnos que se enfrentaba a preguntas como éstas: "En clase de filosofía realizamos frecuentemente la exégesis de textos".
El concurso avanza y se complica, incluso para el jurado. En juego también hay un premio de 1.500 euros. "El gato no dejaba de mayar", reza otra de las frases. Hay veinte segundos para corregir y alguno lo hace al límite del tiempo. Deben completar palabras y escribir frases completas. Penalizan también las faltas de puntuación.
La criba termina con dos finalistas. Hay nervios ante la pregunta definitiva: "Vive en el rabal de una ciudad catalana". Magdalena cursa segundo de Bachillerato, confiesa su pasión por la lectura y le cuesta decidir qué le ha resultado más difícil de la prueba. El mes que viene, en México, demostrará que este premio es únicamente un punto y seguido en su currículum.