Incendios
Las ovejas se unen al esfuerzo de las personas para crear cortafuegos naturales en Gran Canaria, de manera que, en caso de incendio, se propague lo menos posible gracias a que se han limpiado los bosques de hierba y maleza.
José Mendoza es un ganaderode Gran Canaria que se dedica a esta profesión desde que tiene uso de razón, y de eso hace más de 50 años. Desde muy temprano en la mañana, sus más de 500 ovejasabandonan el establo situado junto a su casa en los altos del municipio de Santa María de Guía, para pastar y, de camino, limpiar los bosques de hierba y maleza que acaba convirtiéndose, con el tiempo, en combustible para los incendios.
Mendoza y su familia cuidan a sus animales con mimo, y la leche que obtienen de ellos se dedica exclusivamente a la elaboración del Queso Cortijo de Pavón, con Denominación de Origen. Pero desde el pasado año, la venta del queso no es el único ingreso que entra en el hogar familiar. José se asegura un sueldo llevando a pastar a sus ovejas, en los meses que se le asignan, a los lugares que le indica el Cabildo de Gran Canaria. Los animales se alimentan de hierba fresca y generan así cortafuegos naturales que, de cara a los meses de verano (la época de alto riesgo va del 1 de julio al 30 de septiembre), evitan muchos incendios o ayudan a sofocarlos.
Remuneración y reconocimiento
De hecho, la institución insular acaba de revalidar con los pastores de la Isla el acuerdo que comenzó en 2018, a través del cual sus ganados participan activamente en la prevención de incendios, un contrato que se materializaba el pasado año con una labor remunerada y el reconocimiento a la conservación de las tradiciones isleñas, y la protección del paisaje. Ahora, tras actualizar el procedimiento puesto en marcha en 2022, son 57 en lugar de 96 los lotes delimitados geográficamente que salen a concurso, y a los que pueden optar los ganaderos de la isla, cada uno con un precio distinto. El Cabildo ha reservado un presupuesto de más de 126.000 euros en 2023 para este fin.