NO SOLO EXISTE EL SÍNDROME POSTVACACIONAL
Tras las vacaciones, el síndrome post-vacacional se cuela en las conversaciones entre compañeros de trabajo aunque existen otros trastornos que nos pueden afectar como turistas y son mucho menos conocidos.
Uno de ellos es la crisis de la tarjeta de embarque que suele aparecer en personas que viajan solas. Se auto convencen de que viajar sin compañía les ayudará a crecer personalmente pero al escuchar su puerta de embarque por megafonía, les entra el pánico y no dejan de preguntarse ¿qué hago yo aquí?
Si nuestro destino es Jerusalén puede que al pisar Tierra Santa nos creamos profetas. La psiquiatría lo define como el Síndrome de Jerusalén y los afectados pueden llegar a disfrazarse con sábanas para convertirse en un personaje bíblico.
Viajar a la India puede no resultar el viaje idílico que nos habíamos imaginado. Una vez que entramos en contacto con la realidad, violencia, pobreza y suciedad podemos llegar a sufrir ansiedad y angustia.