CERVANTES | UNA INVESTIGACIÓN DE CUATRO AÑOS
Localizar los restos de Cervantes era un sueño muy lejano hace solo cuatro años. El historiador Fernando del Prado sabía que el escritor más ilustre de las letras españolas, fallecido en 1616, estaba enterrado en la zona menos noble de un convento poco relevante en el Madrid de hace cuatro siglos.
El año pasado, los georradares empezaron a explorar el suelo de las Trinitarias, después de tres años de trámites y de búsqueda de financiación en España. Pronto aparecen los resultados, y se encuentran casi 40 nichos con restos entre los que hoy se dice que están los del padre de Don Quijote de la Mancha.
Para llegar a esa conclsuión, un equipo de 36 personas, lideradas por el antropólogo Francisco Etxeberría, ha trabajado sobre el terreno, en 60 metros cuadrados y dentro de la Iglesia hasta localizar los restos.
Y este martes, a pesar de que no hay ADN que verifique las conclusiones, los especialistas aseguran que se puede "considerar" que Miguel de Cervantes reposa en ese convento.