Selectividad
El Ministerio de Educación y Formación Profesional anunció ayer un cambio en las siempre polémicas pruebas de acceso a la universidad. Pilar Alegría, responsable del gabinete, informó de una transición gradual hacia un nuevo modelo de selectividad con menos exámenes y un novedoso ejercicio de madurez académica que podrá verse por primera vez en la EBAU de 2023/2024.
La medida ha llamado la atención en nuestro país y ahora media España se pregunta en qué consiste esta prueba de madurez a la que los alumnos que quieran cursar un grado universitario se verán sometidos.
"Para acceder a los estudios universitarios de Grado será necesaria la superación de una prueba que, junto con las calificaciones obtenidas en bachillerato, valorará, con carácter objetivo, la madurez académica y los conocimientos adquiridos en él, así como la capacidad para seguir con éxito los estudios universitarios", reza el artículo 38 de la LOMLOE o 'Ley Celáa'.
Destreza lingüistica y capacidad de análisis
El dosier explica cómo será esta llamativa prueba basado en tres aspectos diferentes. En primer lugar, el examen estará formado por varios documentos acerca de una misma temática. "Constará de un dossier formado por una serie de documentos que girarán todos ellos en torno a un mismo tema (de actualidad, científico, humanístico, etc.)", informa.
Después, a través de "preguntas semiconstruidas y abiertas", el ejercicio medirá la capacidad del alumno para analizar e interrelacionar conceptos e ideas. "Se pedirá al alumnado que lo analice desde diferentes aspectos y perspectivas (preguntas abiertas, semiconstruidas y abiertas)", añade.
Sustituirá a partir de 2026 los exámenes de Historia de la Filosofía e Historia de España
Por último, el evaluador también tendrá que tener en cuenta la "destreza lingüistica" y el dominio a la hora de expresarse del alumnado para certificar las competencias adquiridas durante el aprendizaje. "Se evaluarán las destrezas asociadas al ámbito lingüístico", complementan.
De esta forma y tras una adaptación gradual, la prueba de madurez sustituirá a partir de 2026 las hasta ahora habituales materias comunes: Historia de la Filosofía e Historia de España.
¿Cómo será este proceso de aclimatación?
El desarrollo de esta adaptación comenzará el curso 2023/2024 y se prolongará durante las temporadas de 2024/2025 y 2025/2026. En este transcurso, la prueba de madurez compartirá protagonismo con los dos ejercicios ya mencionados de evaluación de materias comunes (Historia de la Filosofía e Historia de España) y con el examen de una materia específica según la modalidad cursada en Bachillerato (Artes, Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales o General).
Todas ellas contarán cada una un 25% de la nota final de la selectividad. Además, la EBAU supondrá, como hasta ahora, un 40% de la calificación final, siendo el otro 60% la media del expediente acumulado durante los dos cursos de Bachillerato.
A partir de esos tres años de aclimatación, se produce el nuevo cambio. Para la selectividad 2026/2027, el ejercicio de madurez absorberá el peso de las materias comunes y supondrá un 75% de la nota de la selectividad. Esto supondrá que esta prueba será capaz de evaluar lo hasta ahora medido en las asignaturas comunes y reducirá el número de ejercicios a dos: madurez académica y la temática obligatoria en función de la modalidad.
Diseño de la prueba y criterios de corrección
Sin embargo, las dudas ya están sobre la mesa y los criterios de corrección siempre son uno de los primeros problemas que encuentra este tipo de novedades. Más aún, en un concepto tan subjetivo como la madurez académica del alumnado.
Por ello, el Ministerio de Educación con Pilar Alegría a la cabeza ya ha empezado a trabajar para definir al detalle esta prueba. Establecer las "características del documento" y "los criterios de evaluación" serán el próximo paso de un proyecto que formará grupos de trabajo con Comunidades Autónomas, Universidades y otras instituciones de enseñanza.
"Se pretende establecer unos acuerdos respecto a su diseño, respetando la autonomía de las AAEE: tiempos, tipos y características de los documentos del dosier, tipos de preguntas, etc. También se pretende elaborar criterios de corrección consensuados. Se crearán grupos de trabajo para establecer estos acuerdos (de diseño y de corrección): CCAA, universidades, institutos de evaluación, etc", asegura el texto.