Pruebas diagnósticas
El Gobierno ha elegido a 36.000 familias de modo aleatorio. Estos núcleos familiares tienen 2,5 miembros de media. Cada familia ha sido avisada por su centro de salud de haber sido elegida para formar parte del estudio. Acceder a someterse a las pruebas de seroprevalencia es voluntario pero se ha pedido a los seleccionados que colaboren en la medida de lo posible.
La primera prueba a realizar consiste en un pinchazo en el dedo que extraerá una muestra de sangre. Si la persona da positivo en anticuerpos de COVID-19, a los 21 días se realizará una prueba PCR que determinará si esa persona tiene COVID.
Los test genéticos, más conocidos como PCR, se realizan a través de un bastoncillo largo que se introduce en la nariz o en la garganta en busca del genoma del virus. Se trata de un test muy sensible y fiable. Los resultados se obtendrían en cuatro horas en el laboratorio. Es útil para saber si un individuo está pasando en ese momento el virus.
El objetivo del estudio de seroprevalencia es saber cuál ha sido la transmisión real del virus y determinar cómo se propaga después de 6 semanas de confinamiento. El estudio que se inicia este lunes tendrá una duración de 8 semanas en las que se recogerán datos en pequeños y medianos municipios de 50 provincias para conocer la prevalencia de la enfermedad por edad y por sexo.