APAGÓN TENERIFE
El gran apagón ha dejado a las calles de la isla de Tenerife sin semáforos, con los coches circulando a su libre albedrío, con los vecinos saliendo de sus casas a oscuras y decenas de ellos atrapados en los ascensores.
Además, los restaurantes se han quedado vacíos porque las cocinas no funcionaban. En plena hora de la comida no pudieron servir nada y los supermercados se vieron obligados a cerrar. Del mismo modo, los cajeros automáticos se quedaron inutilizados y los datáfonos tampoco funcionaban.
Debido a este 'cero energético, los Bomberos han atendido a 70 personas atrapadas en ascensores o garajes y las farmacias robotizadas no han podido atender. Sin embargo, a pesar de todo no ha habido que lamentar daños personales.
Es la consecuencia del problema originado en la subestación de la Granadilla de Abona, de Red Eléctrica Española, al sureste de la isla. El proceso de recuperación total es lento y gradual para evitar nuevas caídas y saturaciones eléctricas.