Deportes
Deporte al límite: así es la peligrosa práctica en la que ata un hinchable a la rueda del coche para después acelerar a toda velocidad.
En época estival proliferan los deportes acuáticos. Una forma de hacer frente a las altas temperaturas y de encontrar la manera de pasarlo bien durante los periodos vacacionales. Sin embargo, a veces estas prácticas pueden resultar muy peligrosas.
El último 'deporte acuático' que se han inventado unos jóvenes es el claro ejemplo de lo que no se debe hacer. Colocan el coche contra la barandilla de un río, atan un hinchable a la rueda con una cuerda y pisan el acelerador a fondo. En pocos segundos el hinchable sale disparado a toda velocidad, como si se tratara de una moto acuática, y la persona que va sobre el flotador salta por los aires.
Aunque a simple vista puede resultar entretenido, lo cierto es que esta práctica entraña graves peligros para la seguridad.
Los deportes acuáticos más extremos
Entre las actividades acuáticas más extremas se encuentra el 'rafting'. Este descenso de ríos consiste en recorrer el río en la dirección de la corriente. Por lo general se suele hacer sobre algún tipo de embarcación o balsa y requiere de mucha técnica y agilidad.
En la lista de deportes de riesgo se incluye el 'wakeboard'. Los que lo practican son remolcados detrás de una moto acuática a altas velocidades, mientras que sus pies permanecen atados a una tabla de wakeboard, parecida a las que se utilizan en la nieve.
No obstante, si hablamos de actividades llenas de adrenalina y que conllevan alto riesgo cabe destacar el buceo con tiburones o 'shark cage diving'. Esta práctica consiste en introducirse en una jaula metálica para nadar entre uno de los grandes depredadores del mar. Los escualos son atraídos con pescado que se lanza al agua para intentar que se aproximen. Debido al peligro que entraña alimentar a los tiburones con carnada, en noviembre de 2001 el estado de Florida prohibió dar alimento a estos depredadores, por eso ahora muchas empresas han reemplazado la comida por música para evitar así que ataquen las jaulas de los buceadores.