Coronavirus
Los cementerios han comenzado a abrir sus puertas durante la desescalada por el coronavirus. Algunos ayuntamientos regulan el aforo y otros los han reabierto con un horario limitado. En cualquier caso, muchos han comenzado a visitar ya a los suyos, algo que para algunos era casi una necesidad.
Por otro lado, muchas iglesias se preparan para celebrar misas durante la desescalada de la pandemia. Este fin de semana, según el cura de San Vicente de O Grove (Pontevedra), comenzarán los preparativos para blindar el templo parroquial frente al coronavirus, siguiendo las normativas sanitarias.
El párroco ya ha encargado unos dispensadores de gel hidroalcohólico para que los fieles puedan limpiarse las manos al entrar en el templo; además, se colocará asimismo una doble alfombra, una parte humedecida con desinfectante y otra seca, para que los fieles se limpien también los pies. Por supuesto, en esta fase las iglesias tendrán aforo limitado.
En el interior, se señalizarán con carteles los lugares en los que la gente deberá sentarse para garantizar las distancias de seguridad, y el momento de la Paz será substituido por la mano en el corazón. Además, antes y después de la comunión, el sacerdote se lavará las manos con gel.