Griego
Una profesora presume en Twitter de haber logrado 15 alumnos en griego en primero bachillerato.
Sin conocerla podemos afirmar que @lydiaclasicas es una apasionada de su trabajo solo por la defensa que hace de él en sus redes sociales. Lydia Martín es profesora de Latín y Griego en un instituto de Sevilla y para este curso ha conseguido la gesta de tener 15 alumnos matriculados en la lengua de los dioses del Olimpo en primero de bachillerato.
Presumir de tal hazaña en Twitter ha hecho que su publicación se viralice aunque también ha tenido que soportar algunos chascarrillos y tópicos de muchos internautas.
Los hay que le dan la enhorabuena y también que le piden consejo para transmitir ese gusto a otros institutos. Ella contesta solo a los comentarios que quiere como por ejemplo a esta petición "Pues hacer las clases de 4° lo más amenas posible, hay que echarle imaginación... Ir introduciendo en esas clases lo que más le suele gustar del griego (mitología y etimología). Decorar el instituto con toda clases de elementos clásicos, cambiando cada trimestre".
Predominan los que hacen bromas como "Yo creo que se van a llevar una sorpresa cuando empiecen las clases y no les hable de sexo..." o los que se muestran incrédulos y tratan de buscar una explicación: "Lo que se tiene que conseguir desde las letras es seducir al alumnado, porque desgraciadamente a esos 15 matriculados no es que les interesen las lenguas clásicas sino que huyen de las matemáticas. Hay que darle una vuelta a eso". Para lo que Lydia también tiene respuesta: "Bueno, es verdad que para huir de las Matemáticas muchos escogen el Latín. Pero el Griego, en mi centro, compite con la Literatura Universal y la Historia del Mundo Contemporáneo. No por escoger Latín están obligados a escoger Griego".
El manido debate de si las Humanidades tienen salida laboral o no es una constante fuente de desacuerdos. También fue blanco del mismo Gabriel Plaza, el estudiantes que sacó este curso la mejor nota de la EvAU de Madrid. Sacó un 10 en la nota final de esta prueba y obtuvo una calificación de 9,94 en Bachillerato y manifestó que quería estudiar Filología Clásica, algo que le costó una que otra crítica.