JUICIO POR AGREDIR A CUATRO AGENTES
Uzochukwu C.N., acusado de apuñalar en Madrid a tres policías nacionales en septiembre de 2011, ha declarado en el juicio que el ex presidente del Gobierno José María Aznar y la cantante Isabel Pantoja formaban parte de "una conspiración" contra él para apropiarse de sus bienes, lo que le llevó a perder su casa y a vivir en el parque donde atacó a los agentes. La Audiencia de Madrid ha celebrado la primera sesión de la vista oral contra Uzochukwu C.N., un ciudadano de origen nigeriano.
El procesado se enfrenta a una petición fiscal de 14 años de prisión por un delito de atentado contra la agente de la autoridad agravado por el uso de arma, tres delitos intentados de homicidio y una falta de lesiones. En el momento de los hechos, el hombre sufría un trastorno de ideas delirantes persistentes que afectaba gravemente sus capacidades volitivas y cognoscitivas. El procesado se halla en prisión desde el 16 de septiembre de 2011. Ya contaba con numerosos antecedentes policiales, entre ellos resistencia y desobediencia a la autoridad.
Los hechos se produjeron el 14 de septiembre de 2011 alrededor de las 12.30 horas en el parque de Salvador de Madariaga de Madrid, en el distrito de Ciudad Lineal, cuando el hombre apuñaló a dos policías y disparó a otro dos tras quitarles su arma reglamentaria tras una identificación rutinaria realizada junto a la mezquita de la M-30. Con un traductor de habla inglesa, el acusado ha relatado ante el tribunal que esa época vivía en el parque, dado que perdió su casa al haber una conspiración contra él de la que formaban parte Aznar, Isabel Pantoja e incluso la actriz Maribel Verdú.
Además, ha contado que estaba bajo tratamiento pro estrés debido a los continuos "ataques" de la Policía. El día de los hechos, se encontraba comiendo en la zona infantil del parque cuando fue atacado por varios agentes. "Las personas iban con uniforme. Me dispararon varias veces e intenté defenderme porque temía por mi vida", ha señalado el hombre y ha negado que les arrebatara el arma.
Sin embargo, los agentes han asegurado que el hombre se enfrentó violentamente a ellos. Una de las víctimas ha narrado que se encontraban en la zona en el marco de un dispositivo de prevención al ser un área de menudeo de drogas. Al llegar al parque observaron que había un hombre sentando en el banco en la zona infantil y procedieron a solicitarle su identificación. "Sin mediar palabra se lanzó a matarme. Iba al cuello, pero al final giré y me apuñaló en la oreja. Luego en la espalda. Saque mi arma para pedir ayuda. Mi compañera trató de auxiliarle, pero le arrebató el arma. Si ella no aparece, yo estaría muerto", ha indicado el agente.
Por su parte, su compañera ha relatado cómo el hombre la zarandeó y le quitó su pistola, dándole en la cabeza con la misma. "Me disparó, pero no había cartucho en la recámara", ha recordado la mujer, quien estuvo meses bajo tratamiento. Otra de las víctimas ha contado que llegó a la zona como refuerzo. "Nada más verme, se abalanzó y me dio con un palo en la cabeza. Me apuñaló cuatro veces en la cabeza, en el pecho y en el brazo", ha narrado el agente y ha indicado que el palo con el que le dio era el respaldo de uno de los bancos partido en dos.
Los hechos, según el fiscal
Según el fiscal, el 14 de septiembre de 2011 sobre las 14.45 horas se hallaba en el Parque de Salvador de Madariaga de Madrid sentando en un banco en el área infantil. Dos agentes de la Policía Nacional se dirigieron hacia él y le requirieron que mostrara su documentación, cuando el procesado, que portaba una navaja de 68 milímetros de longitud de hoja, se levantó por sorpresa y, sin mediar palabra, clavó la navaja en la espalda y en la cabeza de uno de los de ellos.
El otro uniformado desenfundó entonces su arma reglamentaria que le fue arrebatada por el procesado. Este apuntó al agente pero no pudo disparar ya que el arma no estaba montada para tal efecto. Al no poder efectuar el disparo golpeó a la agente con el arma en la cabeza. Los dos policías abandonaron el lugar en busca de refuerzos. A continuación volvieron los citados agentes otros dos uniformados y encontraron al procesado sentado en uno de los bancos del parque, portando en la mano un tablón de madera que había arrancado momentos antes de la valla que delimitaba el parque infantil y en la otra la citada navaja.
Dos de los policías conminaron a que depositara los dos objetos en el suelo, momento en que el procesado con ánimo de atentar contra la vida de los agentes actuantes arremetió contra uno de ellos y le golpeó con el tablón y le clavó varias veces la navaja en la cabeza, en el cuello y en el tórax. En su defensa, el agredido sacó su arma reglamentaria con la que efectuó al menos cinco disparos al suelo con intención de intimidar al procesado.
A consecuencia de la agresión con la navaja, el agente cayó al suelo y el procesado cogió la citada pistola en la mano y el procesado cogió la pistola y se abalanzó sobre otro agente con el ánimo de acabar con su vida. En ese momento se produjo un forcejeo entre los dos en el curso del cual le clavó la navaja varias veces en la cabeza, costado y hombre. Al aproximarse en su ayuda otro uniformado, el procesado, con ánimo de matar le disparó en el abdomen con la citada pistola y la bala quedó incrustada en el chaleco antibalas que aquel portaba. Poco después se personaron en el lugar otras dotaciones de la Policía Nacional que redujeron al acusado.
Como consecuencia de la refriega, los sanitarios del Samur-Protección Civil atendieron a un agente de 22 años, que presentaba una herida por arma blanca en el hombre izquierdo, en la escápula derecha y en la cabeza y fue trasladado al Hospital Gregorio Marañón. Otro de los agentes, un hombre de 32 años, padeció una contusión en el pecho --fruto del disparo en su chaleco antibalas--, una herida en la cabeza y otra herida incisa en el hemitórax derecho, por lo fue trasladado al Hospital 12 de Octubre de Madrid.
El tercer agente herido es un varón de 29 años, que sufría una herida de arma blanca en la cabeza. Fue trasladado al Hospital de la Paz. También enviaron al hospital a agresor para ser curado de un corte en el dedo meñique de la mano derecha que sufrió durante la refriega con los agentes.