ES LA SEGUNDA VEZ QUE LE ROBAN
Aún sigue con el susto en el cuerpo. Matilde Julián dormía tranquilamente en su vivienda de Tronchón, un pueblo de apenas 100 habitantes. A las tres de la mañana comenzó a escuchar ruidos, pero no pensó que dos ladrones habían entrado ya en su casa.
"Dije: Madre mía, pero que puede ser esto, Señor, y ya empecé a llorar y a chillar. Pero nada más entrar, me pusieron una bola de tela en la boca y se acabó el hablar", cuenta Matilde.
Fueron quince minutos eternos, no les vió la cara pero si detectó un acento extranjero. Cree que estaba todo preparado porque justo ese día no había llevado al banco la recaudación de la casa rural, el restaurante y la quesería que regenta.
Ella misma consiguió liberarse dos horas después; ya era tarde porque los ladrones se habían llevado 7.000 euros. La Guardia Civil investiga los hechos porque es la segunda vez que le atracan en su propia casa.