Rafael Amargo
El bailaor lleva cinco meses en prisión tras no acudir, de forma reiterada, a firmar en el juzgado para acreditar que no se había fugado.
Este lunes ha comenzado en Madrid el juicio contra Rafael Amargo por tráfico de drogas. El bailaor insiste en su inocencia. También se han sentado en el banquillo un amigo y su antiguo productor Eduardo de los Santos. La Fiscalía pide para Rafael Amargo 9 años de cárcel y no declarará hasta el final del juicio. Están acusados de financiar a través de tráfico de estupefacientes la producción de la obra 'Yerma'.
El bailaor lleva cinco meses en prisión tras no acudir, de forma reiterada, a firmar en el juzgado para acreditar que no se había fugado. Fue detenido en 2020 como sospechoso de vender droga en su piso de Madrid. La Policía asegura que en pleno confinamiento, su portal era un continuo entrar y salir de compradores.
Mientras, la defensa mantiene que lo que la droga que pudiera haber en su casa era para consumo propio. La Policía asegura que hay múltiples llamadas de compradores para acordar las citas. Hace un año volvió a ser detenido por, supuestamente, seguir traficando con droga. Con su carrera artística bajo mínimos, Amargo representa ahora su papel más difícil en los banquillos.
El padre y hermano de Amargo han estado presentes en la primera sesión. Un furgón de la Guardia Civil le ha trasladado a las 08:00 horas a la sede judicial desde Soto del Real. La defensa ha planteado la nulidad de las intervenciones telefónicas y de los registros del domicilio de su cliente al estar basado en datos "subjetivos" de la Policía.
El Ministerio Fiscal defiende que "hay indicios de que la persona que residía en el piso se dedicaba a la venta de sustancias en base a las escuchas telefónicas". Ha planteado que Rafael Amargo tiene "problemas de drogodependencia", detallando que sigue en tratamiento por consumo severo en la cárcel en la que se encuentra.
Al artista le investiga además el juez de Instrucción número 27 de Madrid por un delito de tráfico de drogas y atentado a la autoridad por una denuncia interpuesta el pasado julio por sus vecinos en relación a la presunta venta de droga en su piso de la calle Espíritu Santo de la capital.
Por estos hechos fue detenido el pasado marzo en Alicante, quedando en libertad provisional. La jueza le impuso la obligación de comparecer quincenalmente en el juzgado y la prohibición de salida del país. Este arresto se suma a la detención del caso que se juzga ahora en la Audiencia de Madrid.
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