Valencia
La hija y su novio vivieron con el cadáver casi cuatro meses, desde el 1 de abril hasta la madrugada del 20 de agosto de 2020.
Este lunes arranca el juicio contra la joven de 22 años que mató a su madre y vivió con su cadáver en la pandemia. En aquel momento ella tenía 18 años y junto a su novio asesinaron presuntamente a la madre en un piso de l'Alcúdia de Crespins, en Valencia. A parecer, la intención era robarle y pagar una deuda que el novio tenía. Comienza el juicio en la Ciudad de la Justicia de Valencia.
El juzgado deberá determinar si la joven es culpable de los delitos de asesinato y robo con violencia en casa habitada. La Fiscalía pide una condena de 30 años de cárcel y una indemnización de 80.000 euros. El asesinato se produjo en 2020 y admitió a los investigadores que degolló a su madre con un cuchillo cuando estaba en el suelo.
Solo se enjuiciará a la hija de la víctima. El coautor del asesinato fue juzgado en su momento en la jurisdicción de Menores, según detalla 'Levante EMV'. El novio cumple una condena de siete años de internamiento, cuando cometió el crimen tenía 17 años. Cuando fue arrestado ya había cumplido los 18 años e incluso pasó unos meses en la cárcel de adultos, en Picassent.
Según el citado medio, el informe psiquiátrico de imputabilidad realizado por dos forenses del departamento de Psiquiatría del Instituto de Medicina Legal (IML) de València señaló que la hija conserva intactas todas sus capacidades mentales, tanto de conocimiento como de voluntad.
La defensa de la acusada no reconoce los hechos como los describe la Fiscalía y pide la libre absolución. Entienden que todos los actos criminales los llevó a cabo el entonces su novio. Ahora le toca al tribunal del jurado dirimir la culpabilidad de la joven después de que el Juzgado de Instrucción número 3 de Xàtiva, que lideró la investigación, dictara auto de apertura de juicio oral.
En pleno confinamiento, novio y novia acordaron el asesinato de la mujer. La pareja de la hija acudió a su casa con un cuchillo de cochina y una barra de pan para justificarlo. Según el relato de la Fiscalía, entró en la cocina, cogió una botella de amoniaco y se dirigió al saló de casa, la madre dormía en el sofá.
Fue entonces cuando el novio roció el producto en la cara de la madre y la golpeó en la cabeza con unas mancuernas de su novia. Después le clavó dos veces el cuchillo en el pecho. Fue la hija la que después degolló de dos tajos en el cuello a la madre. Convivieron con el cadáver casi cuatro meses, desde el 1 de abril hasta la madrugada del 20 de agosto de 2020, cuando los agentes entraron al domicilio con una orden de registro.
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