EN PONTEVEDRA
El objetivo de María Antonia y Raquel, es limpiar el nombre de sus hijos. Ellas y sus familias llevan seis meses viviendo una pesadilla que les está hundiendo a nivel personal y psicológico.
Los acusados, que tienen 16,20 y 22 años, han sufridos agresiones e insultos por la calle afirma uno de ellos: "Mamá, la gente me mira y me vacila, y no tengo los amigos que tenía antes".
Una vez concluida la investigación y a la vista de las investigaciones policiales los jueces han decidido el sobreseimiento provisional del caso. Según cuenta una de las madre, a la niña se le hicieron pruebas y descubrieron que era virgen.
Lo mismo ocurrió con las amenazas recibidas a través de Instagram. La niña acabó reconociendo que las escribió ella. Incluso utilizó una foto de uno de los acusados para hacerse parar por él.
Llenas de rabia e impotencia, las madres quieren ahora recurrir a la justicia, ya que una falsa acusación puede dar lugar a condenas de cárcel y a indemnizaciones.