NO ES LO QUE PARECE
Lo que a primera vista parecían lazos amarillos en favor de los independentistas presos resultaron ser cintas adhesivas contra una supuesta plaga de orugas procesionarias. Sin embargo, no fue este parecido el que propició su retirada, sino que se cayeron de los 3 metros de altura en los que estaban colocados y ya habían cumplido su función: analizar la población de orugas en la zona.
Según informa el Ayuntamiento de Madrid a Antena 3 Noticias, el análisis ha dado negativo y no existe ninguna plaga en el barrio, por lo que los operarios, y no los vecinos, fueron los que procedieron a la retirada de estas cintas porque eran muy tóxicas.
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