Emergencias
Consuelo, paciente ingresada en el Hospital Universitario Río Hortega, en Valladolid, entró de madrugada en parada cardiorrespiratoria. Su acompañante notó que la mujer comenzó a respirar mal y trató de pedir ayuda tocando el timbre para llamar a las enfermeras, pero no funcionó.
Salió a los pasillos en repetidas ocasiones y fue hasta el control de enfermería pero estaba vacío, por lo que tomó la decisión de llamar al 112 desde la habitación.
Emergencias no daba crédito de lo ocurrido y avisó al centro hospitalario. "Estoy en la habitación del hospital cuidando de una persona que está mal y no hay nadie", explicaba la acompañante de la paciente, quien fue contratada por la familia para acompañar por las noches a la ingresada.
Inmediatamente después de la llamada llegaron las enfermeras. Un total de 50 minutos fueron los que Consuelo permaneció sin poder respirar debido a que el tubo de la traqueotomía que le habían realizado durante la operación para extirparle un tumor se había obstruido.
La abogada de la víctima, Emma Pallardó, asegura que "gracias a la cuidadora, la paciente está viva, porque si no es por ella qué hace todo lo posible para que alguien atienda a la paciente, se hubieran encontrado por la mañana muerta a Consuelo".
Consuelo recibirá una indemnización de 600.000 euros
La administración de Sanidad de Castilla y León indemnizará a Consuelo con 600.000 euros por las secuelas.
La mujer "es dependiente para todas las actividades de la vida diaria. Se ha quedado sin vida", explicaba Pallardó.