caso gabriel
Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, sospechó de Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del niño, tras el supuesto hallazgo de la camiseta del menor, según ha apuntado el jefe del Grupo de Homicidios y Desaparecidos de la Guardia Civil de Almería. El guardia civil, que fue además el enlace de la familia con este cuerpo durante la búsqueda, ha señalado que a Ramírez "no le cuadraba lo de la camiseta, dijo que ella (Quezada) no vestía al niño, y que eso de que olía a Gabriel no lo podía saber, que le generaba sospechas, que veía que no podía ser así".
Ha mantenido además que Quezada no mostró "ningún tiempo de arrepentimiento y, desde luego, tuvo ocasiones", y que no colaboró o confesó nada, sino "justo lo contrario, señalar a su expareja derivó, aunque no la creyéramos, en que tuviéramos que investigarlo".
El agente ha añadido que nunca reconoció ante él que hubiese matado al niño en el mismo lugar en el que lo enterró, y ha insistido que desde el primer momento intentó inculpar a su exmarido. Ha concretado que ya el mismo 28 de febrero de 2018, día siguiente a la muerte de Gabriel, ya "salió la figura" de este varón y que la acusada "dice que tiene una expareja, que terminó mal con ella porque no había aceptado la ruptura de la relación".
El guardia civil también ha incidido en la desaparición del teléfono móvil de Quezada dos días seguidos o que fuese ella la que propusiera justamente ir a buscar al niño en un lugar muy próximo a la vivienda de su expareja, donde se produjo el supuesto hallazgo de la camiseta del niño.
Ha recalcado que Ana Julia Quezada era la que hablaba con él prácticamente siempre que llamaba a Ángel y que incluso le tuvo que indicar durante unas declaraciones que no podía estar junto a éste mientras testificaba.