Madrid
1 de cada 3 padres considera que el principal problema para sus hijos son las bandas latinas, muy por encima de otras cuestiones como la venta de drogas o el ocio nocturno, según el 'Observatorio de Bandas Latinas en España'.
Varias Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de la Comunidad de Madrid han solicitado instalar en los centros educativos arcos detectores de armas ante las continuas agresiones por parte de bandas latinas que se llevan produciendo en los últimos meses.
Según una encuesta de GAD3 para el 'Observatorio de Bandas Latinas en España', realizada en 108 centros públicos, 130 concertados y 25 privados de 22 municipios madrileños, 1 de cada 3 padres considera que el principal problema y amenaza para sus hijos son las bandas latinas, muy por encima de otras cuestiones como la venta de drogas, los locales de apuestas, el ocio nocturno o la falta de transporte urbano.
En este estudio, tanto padres como profesores coinciden en que la problemática de las bandas latinas ha aumentado en sus barrios y colegios respectivamente: 3 de cada 4 padres y 9 de cada 10 profesores. Estos últimos, además, aseguran (33%) que sus alumnos o alguien de su entorno ha tenido contactos con estas bandas, principalmente de los Dominican Don't Play y los Trinitarios, y subrayan haber recibido peticiones de ayuda por parte de los estudiantes.
Asimismo, otra investigación del Centro de Ayuda Cristiano asegura que los "jóvenes pertenecientes a bandas han estado involucrados, en algún grado de comisión, como autores o cómplices en un altísimo número de delitos, según las sentencias que figuran en las bases de datos de Jurisprudencia que recogen resoluciones de Tribunales". En este caso, se han registrado 28 sentencias de homicidio, 66 de lesiones y 13 de tortura tan solo en la Comunidad de Madrid.
Formación a profesores o charlas con pandilleros
Es por ello que desde el Centro de Ayuda Cristiano sugieren, como medida preventiva y de seguridad, formar a los profesores con el objetivo de que perciban los factores de riesgo y aprendan a identificar las señas de identidad de las bandas, impartir talleres emocionales en los centros escolares y ofrecer charlas a los alumnos con testimonios de antiguos pandilleros que ya no forman parte de las bandas.