Volcán La Palma
Algunos vecinos siguen sin poder regresar a sus casa por la presencia de gases tóxicos. Los servicios de emergencias piden a los palmeros que no permanezcan al lado de las coladas y se mantengan en zonas seguras.
El retorno de los vecinos a parte de los barrios que fueron desalojados durante la erupción de La Palma se está produciendo forma gradual y sin incidencias. Sin embargo, algunos vecinos no han tenido, todavía, tanta suerte. En Puerto Naos o La Bombilla, los servicios de emergencia siguen detectando concentraciones muy elevadas de gases tóxicos.
Los científicos estudian si esos gases procedentes de las mareas que les empujan desde el subsuelo a la superficie o de tubos volcánicos que están interconectados. Lo que tienen claro es que tienen un origen volcánico y que, después de 15 días de darse por finalizado el proceso eruptivo en la isla de La Palma, continúa una emisión que no es una emisión normal de dióxido de azufre y de dióxido de carbono.
Por ello se ha lanzado una recomendación básica: no permanecer al lado de las coladas, para evitar exponerse a estos gases y a las altas temperaturas que pueden rondar incluso los 300 grados centígrados.
La casuística de las personas que vuelven a sus hogares es muy variada: algunos se han encontrado con varios centímetros de cenizas que cubren sus casas y jardines mientras que otros, los que se han podido acercar durante la erupción a barrer y limpiar, tienen la esperanza de poder dormir pronto en sus casas de nuevo.