EN UNA TIENDA DE BURGOS YA HAN EMPEZADO
Una tienda de Burgos donde se venden artículos deportivos observaron que perdían mucho tiempo con clientes que solo querían probar para después comprar por Internet, por ello, al servicio le pusieron un precio: 30 euros si, al final, no se hacía la compra.
Los comerciantes vieron que muchos clientes venían con unas tallas y un modelo en concreto para probarse, de esta forma confirmaban que les quedaba bien y posteriormente se lo compraba por Internet más barato.
En la calle no todo el mundo lo ve con buenos ojos y es que la gente opina que es una forma de obligar a comprar, pero en cambio otros valoran el trato y la cercanía que la venta online no proporciona.