Y SEMÁFOROS QUE MIDEN LA RADIACIÓN
El sol cada vez es más nocivo, por lo que es aconsejable seguir una serie de consejos para no quemarse. Los expertos recomiendan echarse crema cada 15 o 20 minutos y en cuanto a la cantidad, dicen que lo que cabe en la palma de la mano.
Sin embargo, el primer error lo cometemos nada más llegar a la playa. La crema hay que aplicarla entre 15 y 30 minutos antes de salir de casa. También hay que intentar evitar las horas centrales del día, en las que el sol calienta más y sus rayos son más peligrosos para la piel.
Al tomar el sol, solo nos damos cuenta de si nos hemos quemado o no, pero esto tiene más consecuencias. Los expertos explican que "hay dos tipos de rayos: ultravioleta A, que son los responsables del envejecimiento de la piel y de las manchas solares y la radiación ultravioleta B, que son las responsables de las quemaduras y ambas responsables del cáncer de piel".
Para concienciar más sobre este tipo de rayos, existen ya algunas playas con semáforos del sol. Mediante un código con cinco colores alertan del nivel bajo, medio, alto, muy alto y extremo de radiación. Y es que los españoles no se echan ni la mitad de crema que se aconseja, algo que pasa factura.
Sin embargo, para aquellos que sean olvidadizos y no se hayan acordado de llevar consigo la crema, en playas como las de Girona han inventado una solución: unas duchas que consiste en "un sistema fácil de aplicación de protección solar", que ofrece 20 mililitros de producto por solo un euro.