Ataque en Algeciras
Miles de velas y flores para recordar al sacristán que murió poco después de ser atacado con un machete.
Este es el momento en el que llega a su iglesia, a la de Nuestra Señora de La Palma, Diego Valencia, durante 16 años el sacristán del templo.
Centenares de familiares y amigos le esperaban en la puerta. Durante toda la noche la capilla ardiente ha permanecido abierta para despedirse del Sacristán. Varios vecinos nos relatan que no puede pasar esto, que no entienden lo sucedido.
La plaza donde fue asesinado se ha convertido en un improvisado altar. Miles de velas y flores recuerdan al amigo. Vecinos congregados explican que era una buena persona y muy querida por todos.
Igual que en la capilla ardiente el minuto de silencio ha sido multitudinario y doloroso. La otra víctima de las agresiones en Algeciras, el sacerdote de la parroquia de San Isidro, Antonio Rodríguez, ya ha sido dado de alta.
Familiares y amigos acompañan a Diego
Diego era muy querido en Algeciras, por eso este viernes el alcalde, José Ignacio Landaluce, ha propuesto al pleno municipal que una plaza pública lleve el nombre del sacristán. Se trataría de la plaza que se va a construir frente al Centro Documental 'José Luis Cano', en la avenida Capitán Ontañón, muy cerca del monumento a las víctimas del terrorismo.
"Es una de las mejores maneras que la ciudad puede tener para homenajear la memoria de alguien a quien la sinrazón ha arrebatado lo más sagrado, la vida, y que siempre fue un ejemplo de ayuda a los demás", ha comentado Landaluce.
De la misma forma el regidor también ha abogado porque los dos agentes de la Policía Local algecireña que detuvieron a Yassin Kanjaal tras cometer el crimen sean condecorados.