Secuestro parental
Alex Betty es un joven de 17 años de nacionalidad británica que llevaba seis años desaparecido. Hace solo tres días ha sido encontrado en Francia.
La madre de Alex Batty se lo llevó a pasar unas supuestas vacaciones a Benavis, Málaga, cuando tenía 11 años. Fue en septiembre de 2017. Nunca regresó con la abuela a Oldham, cerca de Manchester. Desde entonces, se ha criado en comunas itinerantes por Marruecos, España y Francia.
Hace tres días, un repartidor lo encontró en una carretera de montaña cerca de Toulouse, de madrugada y solo. El joven, que lo recogió en su coche, lo describe como un chico alto, rubio, llevaba una sudadera blanca, vaqueros, una mochila y un patinete bajo el brazo. Descansaba durante el día y caminaba por la noche para evitar ser localizado.
Alex utilizó el teléfono móvil del joven que le encontró en la carretera francesa para contactar con su abuela. En ese mensaje le decía que estaba en Francia, que quería regresar a su casa y que la quería, y en unas horas el ya adolescente de 17 años llega a la localidad del norte de Inglaterra de la que había salido hace seis años. Allí lo espera su abuela, la primera con la que contactó y con quien ha hablado ya a través de vídeollamada.
La anciana sigue siendo su tutora legal ha hablado del "alivio y de la felicidad de la familia", pero ha pedido también privacidad para permitir al joven adaptarse tras lo que ha calificado como "abrumadora experiencia", especialmente para un niño".
La Policía investiga su entorno más cercano, a su madre y a su abuelo materno. Tendrán que explicar por qué el niño no ha sido escolarizado en estos seis años, y sobre todo, por qué el niño ha contado a los gendarmes franceses que sufrió abusos sexuales porque durante estos seis años el joven británico ha estado deambulando con su madre, su abuelo y otras familias dentro de lo que él mismo describe como una "comunidad espiritual" itinerante, pasando por España y Marruecos antes de llegar a Francia. Viviendo al margen de la sociedad hasta que el adolescente decidió escaparse al saber que su madre quería llevarle a Finlandia.