NUEVA ESTAFA

Alertan de una nueva oleada de 'secuestros virtuales' en Madrid

El interlocutor hace creer a la víctima que tiene secuestrado a un familiar o amigo y le exige una determinada cantidad de dinero para liberarlos, cuando en realidad se trata de una estafa.

Varios madrileños han sido víctima de los 'secuestros virtuales', un tipo de delito que, a través de una llamada telefónica, se hacen pasar por secuestradores y exigen a la víctima una determinada cantidad de dinero.

El 'modus operandi' de estos estafadores parte siempre de una frase del estilo: "lo/la tenemos secuestrado", el interlocutor, proveniente de un número extranjero u oculto, finge tener secuestrado a un familiar de la víctima y le pide un alto pago monetario para liberarlo. El falso secuestrador trata de prolongar la llamada y que la persona que la ha recibido se angustie y se le genere una situación de bloqueo.

El supuesto secuestrado habla poco y muy alterado con el objeto de dificultar a la víctima el poder reconocer la voz, y los estafadores piden a la víctima que se mantenga al teléfono con el objetivo de que no pueda comprobar si su familiar se encuentra a salvo o no.

Un hombre de 66 años narra su caso cuando un hombre con acento magrebí lo llamó diciendo que tenía secuestrado a su hijo y le pedía 10.000 euros para rescatarlo, cuando el hombre dijo que no tenía tal cantidad de dinero, el estafador le contestó diciendo que era suficiente con 1.500 euros.

Los falsos secuestradores realizan llamadas aleatorias pero pueden llegar a obtener datos del entorno familiar de la víctima en las redes sociales para tratar de dar verosimilitud a la llamada, según informa la Policía.

Consejos de la Policía:

La Policía Nacional pide precaución a los usuarios y ofrece una serie de consejos para evitar ser víctima de uno de ellos:

  • No descolgar llamadas que provengan de un número oculto o con prefijo 0056 o +56.
  • Desconfiar si a uno le dicen que han secuestrado a un familiar, aunque se escuchen voces de fondo.
  • Mantener la calma.
  • Comprobar la información que proporcione el falso secuestrador y preguntarle datos muy personales, como la edad de la supuesta víctima o donde nació.
  • No realizar ningún pago.
  • No facilitar datos personales como teléfonos o nombres de familiares ni publicarlos en las redes sociales.
  • Avisar a la Policía e intentar localizar al falso secuestrador por otra línea y grabar la llamada.

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