BUCEO PARA DISCAPACITADOS

Bajo el agua no existen barreras

Más de veinte personas con algún tipo de discapacidad equipados con aletas y trajes de neopreno participan en un curso de buceo.

Lanzarse a la piscina significa romper barreras para la mayoria de las más de veinte personas con discapacidad que participan en un curso de buceo.

Jose, uno de los instructores, lo tiene claro, "somos iguales pero somos diferentes, en eso se basa la normalidad más que la integración". Sabe de lo que habla, es el único español que practica buceo técnico con 80% de discapacidad y ya lleva 8 años sumergiéndose.

Para Miguel Ángel, que aparcaba su silla de ruedas para  entrar a la piscina por primera vez, la experiencia ha sido "muy bonita", mientras que otros aseguran sentirse "realizados" cuando se encuentran bajo el agua.

Para aprender cuentan con los mejores profesionales, junto con José, un grupo de instructores se encargan de atender las necesidades de cada uno de los alumnos en función de su discpacidad.

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