Madrid
La Fiscalía pide para el agente dos años de cárcel e inhabilitación de empleo.
El agente de Policía juzgado por presuntamente pegar y humillar a una embarazada en un bar del distrito madrileño de Carabanchel en octubre de 2020 ha declarado que actuó de forma "proporcional" a la fuerza que ella estaba ejerciendo mientras era arrestada y que en ningún momento fue agredida.
La Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado este lunes el juicio al agente de Policía y a la mujer embarazada. Además de ellos, la pareja de ella y otro hombre también son acusados de enfrentarse a los agentes durante una reyerta ocurrida el 17 de octubre de 2020.
La Fiscalía pide para el agente dos años de cárcel e inhabilitación de empleo, mientras que para la mujer a la que supuestamente humilló y agredió -que estaba en avanzado estado de gestación- solicita un año y medio de prisión por atentado contra agente de la autoridad y una multa por lesionar a los agentes. Para los otros dos acusados la Fiscalía pide un año y medio de cárcel por atentado contra agente de la autoridad, y para uno de ellos solicita también multa por delitos leves de lesiones a los policías.
En el juicio de este lunes, el policía que presuntamente agredió a la embarazada ha afirmado que la intervención que llevó a cabo el día de la reyerta fue "proporcional a la fuerza que ella ejerció" y sostiene que la mujer "no fue agredida ni golpeada". Además, ha añadido que cuando trató de ponerle las esposas recibió un mordisco en la mano por el cual tuvo que recibir asistencia sanitaria.
La acusada ha negado morder o agredir al agente y ha asegurado que se sintió "con miedo y terror" por los golpes del policía y escuchó insultos, entre ellos "puta". También ha recordado que estaba "a dieciocho días" de dar a luz.
El que era la pareja de la mujer por aquel entonces salió corriendo cuando se inició el conflicto y tuvo que ser perseguido por varios policías. El hombre ha relatado que huyó "porque no quería problemas con la policía" y que, tras caerse al suelo, se abalanzaron encima de él varios agentes.
Según el relato del fiscal, los hechos ocurrieron sobre las 23:00 horas de la noche del 17 de octubre de 2020 en las inmediaciones del bar 'Las peques' de la calle Mineros del distrito madrileño de Carabanchel, esa noche la Policía acudió porque había un grupo de personas peleándose y lanzando botellas a la calle.
Todo ocurrió después de que una vecina se quejara del volumen de la música del bar, según ha manifestado un vecino que presenció los hechos desde la ventana de su casa. Los agentes de Policía que acudieron al bar, atraparon a alguien y otras personas les trataron de agredir, por lo que los agentes comenzaron a "dar porrazos".
Los agentes trataron de identificar a varios implicados, entre ellos la mujer embarazada, Rusbini U.C., quien se negó a ello y presuntamente propinó una bofetada a un agente. Otro agente acudió en defensa del primero y la acusada "le propinó varios bofetones", según la Fiscalía. La pareja de la mujer, Christian G.V.U., "movido por igual ánimo" que ella, trató de impedir su detención" y forcejeó con los agentes, tras lo que huyó.
En ese momento llegó el agente investigado en esta causa junto a otro compañero. El acusado estaba ayudando a detener a la mujer que había agredido a sus compañeros cuando estale mordió. Este agente "se aprovechó de forma claramente despreciativa y humillante" para propinarla sin motivo alguno un puñetazo en su rostro, así como una patada en su cuerpo, "lanzándola fuertemente a continuación contra el coche policial", relata la Fiscalía.