práctica importada de Rusia y Polonia
Un experto en grupos urbanos violentos advierte de un posible auge de peleas concertadas entre grupos ultras de fútbol, práctica importada de Rusia y Polonia, que se podrían instaurar definitivamente en España, donde calcula que existen 23 grupos neonazis y 22 de ultraizquierda ligados a clubes. El experto en grupos ultras y delitos de odio Joan R. Caballero ha alertado que este tipo de peleas concertadas, de las que ya hubo algún episodio esporádico en la pasada Liga, se podría instaurar definitivamente en España si no se toman medidas.
Según un estudio elaborado por este experto, vinculados a clubes de fútbol existen unos 23 grupos ultras muy activos de ideología nacionalsocialista, que agrupan a más de 3.300 seguidores, mientras que los "hooligans" de la ultraizquierda antifascista se dividen en unos 22 grupos con más de 3.600 seguidores.
Los aficionados del fútbol radicales surgieron en Polonia en los años 90
Caballero ha alertado que los 'hooligans' del fútbol vuelven a exhibirse en España, tras años replegados en un "descenso de visibilidad" para intentar pasar desapercibidos a raíz de la muerte en 2014 de Jimmy, el miembro del grupo ultra del Deportivo de La Coruña 'Riazor Blues' que falleció en una reyerta que enfrentó a su facción con un grupo radical del Atlético de Madrid. "Estos grupos nunca han desaparecido, aunque sí se han camuflado debido a la presión ejercida por la policía y los clubes", indica Caballero, que apunta que si los "hooligans" en España han dejado de verse en los últimos años "ha sido porque les ha interesado".
Ahora, y sin la presión mediática que les rodeó hace unos años a raíz de la muerte de Jimmy, los grupos ultras han comenzado a importar la tradición rusa y polaca de las peleas pactadas, algunas de las cuales han trascendido públicamente, como la que tuvo lugar en abril pasado entre radicales del Real Madrid (Ultra Sur) y el Málaga (Costa Nostra). Este tipo de encuentros violentos concertados entre grupos de aficionados del fútbol radicales surgieron en Polonia en los años 90 y se popularizaron en Rusia -país que este año acoge el Mundial de fútbol- durante la primera década de este siglo, bajo el nombre de "Russian Fights" o peleas rusas. El objetivo de los enfrentamientos, que se llevan a cabo entre facciones de ideología afín, no es más que el de demostrar qué grupo es el más fuerte, según el experto.
De esta manera, señala Caballero, "si uno gana, puede decir que es el grupo más potente de España, y lo estaría demostrando con hechos". A estos grupos, "no les apasiona el fútbol, sino el sitio donde se reúnen, sus símbolos, y el lugar del campo donde se sientan, que les sirve de altavoz al mundo. El fútbol es una excusa", apunta el investigador, que asegura que "están muy politizados, aunque lo intenten negar". Tras las primeras evidencias de peleas concertadas entre ultras durante La Liga que acaba de finalizar, y a raíz de su investigación, Caballero sostiene que se trata de un fenómeno que en la próxima temporada se dará todavía "en fase embrionaria", aunque "hay que estar muy alerta de que no se instaure".
Las peleas pactadas polacas tienen sus propias reglas: sin armas y sin luchadores profesionales
Las peleas pactadas polacas, modelo que los ultras españoles han comenzado a adoptar, según el experto, están reguladas de forma estricta: los participantes deben ser miembros del grupo, no pueden ser luchadores profesionales, deben llevar una vestimenta distintiva, mantenerse dentro de un límite de edad y no pueden portar armas. Se trata de encuentros de corta duración, que no superan el minuto de pelea, y que se dan entre dos grupos con un número igual de integrantes, en un uno contra uno, en el que gana el grupo que mantenga el mayor número de miembros aún en pie al terminar el encuentro. La mayoría de estas peleas, que se organizan lejos del centro de las ciudades y del ojo público, son fotografiadas y grabadas en vídeo para ser difundidas posteriormente en círculos cerrados, aunque muchas de ellas son fácilmente accesibles a través de plataformas como Youtube o las redes sociales.
Caballero no se muestra optimista sobre la posible prevención de estas prácticas desde los clubes de fútbol, que afirma "conocen y toleran" las acciones violentas de estos grupos, a pesar de que "los repudian" de forma pública. "Muchos de estos miembros son socios, son los que recuerdan al club: yo estuve allí el día que perdisteis, yo fui el que os animé", reflexiona el experto, que por esta razón sostiene que "mientras no haya asesinatos, habrá connivencia". A pocas semanas de iniciarse el Mundial de Fútbol en Rusia, los "hooligans" se están preparando en todos los países, incluida España, según el experto. "Ahora mismo ya hay mucha actividad, porque llega el Mundial y tienen que enseñar sus colores", explica Caballero, que prevé que este sea una de las ediciones más conflictivas: "Veremos si las autoridades rusas están preparadas para lo que viene".