La Buena Noticia
María Ángeles hizo un llamamiento a través de las redes sociales y así apreció Javier, dueño de un bar.
Nuestra buena noticia del lunes es una de esas que te reconcilian con la humanidad. La protagonista es María Ángeles, una madre de Dos Hermanas, en Sevilla. Esta mujer hizo un llamamiento desesperado en las redes sociales pues no podía comprar lo más esencial para dar de comer a sus hijos: "a mí no me llega para nada. Tengo cuatro hijos, dos de pañales". Las respuestas no se hicieron esperar.
Una de estas respuestas es la de Javier, el dueño del bar que aparece en las imágenes que acompañan esta noticia, quien le ha ofrecido que vaya con su familia a comer el menú diario siempre que lo necesite, pues cuenta: "yo también tengo tres niños y me imaginé a mis niños en esa situación".
Par María Ángeles, Javier ha pasado a ser una persona muy importante en su día a día: "ha sido mi ángel, de hecho he quedado con él el martes, me va a dar comida". El dueño del bar nos cuenta que es una acción que no le supone un sobreesfuerzo: "pongo macarrones con tomate que le gusta a los niños y después un pescadito, unos pedacitos de pollo".
Cáritas alertó de las dificultades
Y a finales del pasado año, Cáritas alertaba. La demanda de atención por parte de personas vulnerables ha aumentado, sin embargo, los recursos económicos para poder atenderles no. Ante el incremento de la demanda de los últimos meses, la ONG lanzaba un mensaje de socorro: "Nos quedamos sin medios".
La inflación a ellos también les afecta, ya que supone un aumento del gasto corriente y también del personal de hasta un 30% más que el año anterior. Los ingresos se estancan, pero ellos siguen teniendo que atender a miles de familias que no pueden hacer frente a gastos básicos de alimentación, vivienda o ropa.
En los últimos dos años, según la institución, han prestado ayuda a más del doble de personas que antes de la pandemia del coronavirus, una cifra que tras la vuelta a la normalidad continúa creciendo y que, ahora están viendo como vuelve a crecer como consecuencia de la invasión de Ucrania y el incremento constante de precios. Los que ya eran vulnerables después de la crisis de 2008 no han podido recuperarse por completo y ahora ven como su situación empeora.