Coronavirus y racismo
El racismo como virus. Es lo que denuncia Amadou por el mensaje que publicó una mujer sobre él en las redes sociales y en el que señalaba a la comunidad senegalesa como propagadora del virus en la zona. “Tuve que responderle porque no se ha señalado a ningún blanco por tener coronavirus, pero sí a nosotros”.
Este senegalés, de cuarenta años, llegó a Betanzos, en A Coruña, hace ya casi una década. La suya es una supervivencia de película. Tras naufragar en dos pateras y ser retenido en Francia, hoy gestiona su propia carpintería en la villa coruñesa. “No me da miedo el virus, yo ya he pasado por todo en Africa y me he jugado muchas veces la vida para estar donde estoy”, asegura.
Su prueba del coronavirus dio negativo
Hace unas semanas, varios temporeros que llegaron de Cataluña en autobús, pasaron un par de noches en casa de unos compatriotas de la zona; días después, “uno de nuestros chicos se encontró mal y saltó el primer positivo”, asegura. Se realizaron entonces varias pruebas de coronavirus entre la comunidad senegalesa de Betanzos y los casos positivos de coronavirus aumentaron hasta los seis. No es el caso de Amadou, que arrojó un resultado negativo, “pero aun así tengo que guardar la cuarentena”.
Si todo continúa como debiera, al finalizar la próxima semana, podría regresar al trabajo. Aunque el ayuntamiento les facilita alimentos y todo lo necesario para pasar estos días en casa de cuarentena por el coronavirus, asegura que “las deudas se acumulan y empezar a trabajar es urgente, pero el deber ahora es este, quedarse en casa”.
Descubriendo el confinamiento sin salir ni trabajar
Amadou está aprendiendo cómo es la vida en su hogar sin ir al trabajo, hace más videollamadas que nunca con los allegados de su país de origen, les tranquiliza y mantiene su positivismo.
“Todo esto va a pasar, el virus no me asusta, pero mantengo todos los cuidados para no ser causa de contagio”, al tiempo que envía un mensaje a quienes les han señalado como los propagadores del coronavirus. “Llevo muchos años viviendo aquí, me han tratado muy bien y no podemos permitir que un representante de un partido nos acuse de ser un peligro”, sentencia.