Acrobacias
Los mejores pilotos de España se dan cita en el Aeródromo de Matilla de los Caños, en el Campeonato de España de Vuelo Acrobático.
Matilla de los Caños, una pequeña localidad de Valladolid, se ha convertido en el centro de atención para los amantes de la aeronáutica. Estos días, los cielos de este pueblo son testigos del Campeonato Nacional de Vuelo Acrobático (CEVA), en el que 22 pilotos de élite muestran su destreza, velocidad y precisión. Los competidores luchan por el título de mejor piloto en dos modalidades: Freestyle y Clásico, en las categorías Elemental, Deportivo, Intermedio, Avanzado e Ilimitado.
El campeonato se ha trasladado este año de junio a septiembre por la coincidencia en fechas con el Mundial de Polonia. Está organizado por el Club Acrobático Central (CAC) y la Real Federación Aeronáutica Española (RFAE). Es la primera vez que Valladolid ha sido sede, ya que en anteriores ocasiones se ha celebrado en Ciudad Real. El evento no solo reúne a los mejores pilotos de España, sino que este fin de semana también se celebra el Open de España, que cuenta con la participación de destacados pilotos internacionales procedentes de países como Eslovenia, Grecia y Bélgica.
Uno de los experimentados pilotos en esta competición es Camilo Benito, quien ha compartido de primera mano la adrenalina del vuelo acrobático. Antes de despegar, es fundamental asegurarse de que los anclajes del paracaídas estén bien ajustados para garantizar la seguridad durante las maniobras. Benito explica los procedimientos antes de iniciar el vuelo: "Tenemos que alcanzar la altura de seguridad para comenzar el ejercicio". Son indicaciones mientras el avión comienza a ascender. A 600 metros de altura, el avión empieza a dibujar figuras geométricas en el cielo. Camilo realiza un 'looping', una maniobra que implica volar en un círculo completo, quedándose bocabajo en un vuelo invertido.
En el Campeonato Nacional de Vuelo Acrobático, los pilotos compiten en dos modalidades principales. El 'freestyle', conocido por su espectacularidad, permite a los pilotos ejecutar maniobras más libres y creativas, donde la agilidad y el control sobre el avión son fundamentales. Por otro lado, en la modalidad 'clásico', los pilotos deben realizar figuras geométricas precisas y bien definidas, lo que requiere una gran concentración y dominio de la técnica.
Dentro de la modalidad Clásico, los pilotos se dividen en cinco categorías: Elemental, Deportivo, Intermedio, Avanzado e Ilimitado. Cada una de estas categorías aumenta en dificultad, exigiendo mayor precisión y complejidad en las maniobras.
Para los pilotos, dejar los nervios en tierra es esencial. Según uno de los pilotos, en este deporte es muy importante "conectar las neuronas con los músculos", para asegurar así que cada movimiento en el aire sea claro y ejecutado con precisión. Aunque el vuelo acrobático se clasifica como un deporte de motor, no se considera un deporte extremo.
El Campeonato Nacional de Vuelo Acrobático en Matilla de los Caños no solo es una competición, sino también un espectáculo para los espectadores. Con maniobras como el vuelo invertido y los loopings, los pilotos ofrecen un despliegue de habilidades que no deja indiferente a quienes las observan desde tierra.
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