sin hueso pero con GPS
Es redonda, verde o negra, similar al tacto y vista de una aceituna normal pero no es de verdad. En realidad es un chivato de ladrones con un dispositivo de radiofrecuencia escondido en su interior.
Ricardo Cárdenas, el director financiero de AgroSecurity, explica que "en su interior lleva un chip de radiofrecuencia, que lleva un código de identificación único, que identifica exactamente al propietario y la finca en el que se pone".
Una iniciativa pionera para acabar con los robos, después de que el año pasado se robaron en Jaén 255.000 kg de aceitunas. Esta falsa aceituna es biodegradable y se plantea implantar en otros tipos de frutos.
El precio es de unos 3 euros cada uno y se ponen en las ramas cuando el fruto aún no está maduro. El director financiero de AgroSecurity asegura que "a un propietario de una finca de 1.000 olivos, le costaría unos 100 euros".
En caso de robo, lo podrá detectar la Guardia Civil con una pistola de radiofrecuencia. Este mismo proceso también permite detectar estas falsas aceitunas y quitarlo de la mercancía para evitar que acabe en nuestro plato.